Facebook dijo el martes que eliminó cientos de cuentas vinculadas a una misteriosa agencia de publicidad que operaba fuera de Rusia y que buscaba pagar a personas influyentes en las redes sociales para que difundieran información falsa sobre las vacunas COVID-19 fabricadas por Pfizer y AstraZeneca.
Se trataba de una red de 65 cuentas de Facebook y 243 cuentas de Instagram bajo el control de Fazze, una empresa de publicidad y marketing registrada en el Reino Unido. Facebook dijo que el trabajo de Fazze se realizó principalmente desde Rusia en nombre de un cliente desconocido.
La red utilizó cuentas falsas para difundir afirmaciones engañosas que menospreciaban la seguridad de las vacunas Pfizer y AstraZeneca. En una de ellas se afirmaba que la vacuna de AstraZeneca convertiría a una persona en un chimpancé. Las cuentas falsas se dirigieron a audiencias en India, América Latina y, en menor medida, a Estados Unidos, utilizando varias plataformas de redes sociales, incluidas Facebook e Instagram.
Rusia ha estado comercializando activamente su vacuna COVID-19, Sputnik V, en el extranjero en lo que algunos analistas ven como un esfuerzo por sumar puntos geopolíticos; pero los representantes de Facebook no especularon sobre la posible motivación detrás de la campaña de difamación.
La red Fazze también se puso en contacto con personas influyentes de las redes sociales en varios países con ofertas para pagarles por volver a publicar el contenido engañoso. Esa estratagema fracasó cuando influencers en Alemania y Francia expusieron la oferta de la red.
Además de eliminar las cuentas de la red, Facebook también prohibió a Fazze en sus plataformas.
El esfuerzo de Fazze no obtuvo mucha tracción en línea y algunas publicaciones no obtuvieron ni una sola respuesta. Pero, si bien la campaña puede haber fracasado, es digna de mención debido a su esfuerzo por reclutar personas influyentes en las redes sociales, según Nathaniel Gleicher, jefe de política de seguridad de Facebook.
"Aunque fue descuidado y no tuvo muy buen alcance, fue una configuración elaborada", dijo Gleicher en una conferencia telefónica anunciando las acciones del martes.
A medida que las empresas de redes sociales han mejorado su capacidad para detectar y eliminar cuentas falsas, las campañas de desinformación han tenido que adaptarse. Pagar a los influencers de las redes sociales para que vuelvan a publicar su contenido proporciona el potencial de exposición a la audiencia del influencer; pero existe el riesgo de que los influencers de las redes sociales se nieguen o, como sucedió en este caso, los denuncien.
Los investigadores de Facebook dicen que algunas personas influyentes publicaron el material, pero luego lo eliminaron cuando comenzaron a surgir historias sobre el trabajo de Fazze.
El YouTuber francés Léo Grasset fue uno de los contactados por Fazze. Él dijo que le pidieron que publicara un video de 45 a 60 segundos en Instagram, TikTok o YouTube criticando la tasa de mortalidad de la vacuna de Pfizer.
Cuando Grasset le pidió a Fazze que identificara a su cliente, la empresa se negó. Grasset rechazó la oferta e hizo públicas sus preocupaciones.
La oferta de Fazze instaba a las personas influyentes a no mencionar que se les estaba pagando y también sugirió que criticaran los informes de los medios sobre las vacunas.
"Demasiadas banderas rojas", dijo Grasset. "Decidí no hacerlo".
ARTÍCULO POR: DAVID KLEPPER
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ
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