Ceremonias, marchas y otras reuniones fueron realizadas hoy en todo Canadá para el segundo Día Nacional de la Verdad y la Reconciliación anual.
El feriado legal federal se estableció el año pasado luego del descubrimiento de miles de tumbas de niños sin marcar en terrenos de las antiguas escuelas residenciales.
En una ceremonia conmemorativa en las Cataratas del Niágara el primer ministro Trudeau
Habló sobre la importancia de este día para los nativos y para todos los canadienses.
Este es un día para los indígenas, para recocer que siguen aquí, que son fuertes y que son una parte imprescindible del presente y futuro que construimos cada día como país… Es un día para recordar, para llorar a los que no están, para subir otro peldaño. Pero también es un día para los no indígenas, para reconocer que no deberían llevar esta carga solos. ¿Cuántas veces más necesitamos que los indígenas cuenten sus historias de trauma, de pérdida y de dolor para que las absorbamos como no indígenas y las hagamos nuestras?, porque ellos son parte de la historia de Canadá y por lo tanto de todos y cada uno de nosotros.
Además de las ceremonias que se realizaron en todas las provincias, todos los edificios del gobierno federal en Canadá, incluida la Torre de la Paz en Ottawa, bajaron sus banderas a media asta desde el amanecer hasta el atardecer.
El 30 de septiembre también es el Día de la Camisa Naranja, que honra la historia de Phyllis Webstad, una ex alumna de una escuela residencial a la que le quitaron la camisa naranja en su primer día en una escuela residencial. El Centro Nacional para la Verdad y la Reconciliación anima a los canadienses a vestirse de naranja como acto de solidaridad.
En Ottawa, el día comenzó con una ceremonia de plumas de águila en Parliament Hill frente a la Torre de la Paz, que incluyó un baile circular tradicional en el que participaron decenas de miembros de la multitud.
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