Si Gil Peñalosa es elegido alcalde de Toronto, la autopista East Gardiner Expressway será demolida y reemplazada por un bulevar a nivel del suelo y miles de viviendas nuevas.
Peñalosa calificó como un fiasco el plan "híbrido" actual, para reconstruir la sección en lo alto, más cerca del corredor ferroviario del centro y que ha sido defendido por el alcalde John Tory y respaldado por el consejo de la ciudad en 2015.
Peñalosa, el retador electoral de más alto perfil de Tory, volvería a un plan recomendado por el personal de la ciudad: convertir la Gardiner al este de Jarvis Street en un bulevar, liberando terreno para una nueva comunidad.
Habría espacio para 8,000 viviendas nuevas para 15,000 personas, lo que generaría al menos $1,000 millones en ahorros de construcción y ganancias de bienes raíces, al mismo tiempo que extendería el tiempo promedio en el tráfico de los viajeros del este de Gardiner en unos minutos, dijo el destacado urbanista.
“Es hora de decir que fue un gran error. Tenemos que derribar el Gardiner”, dijo Peñalosa a los periodistas en un estacionamiento del Distillery District con un tramo poco transitado de Gardiner detrás de él. “Ninguna ciudad civilizada está haciendo autopistas elevadas”, porque no resuelven la congestión, tienen un costo ambiental enorme y bloquean terrenos valiosos, agregó Peñalosa.