Ontario ha aprobado una legislación que permite a Toronto y Ottawa promulgar ciertos estatutos, incluso si una minoría de los concejales está a favor, culminando un torbellino de medidas relacionadas con la vivienda ampliamente criticadas.
El primer conjunto de poderes permitía a los líderes vetar las decisiones del concejo que se consideraba que obstaculizaban la creación de nuevas viviendas, preparar y presentar el presupuesto de la ciudad, así como contratar y despedir a los jefes de departamento, y los nuevos poderes les permiten proponer estatutos relacionados con la vivienda y aprobarlos con el apoyo de un tercio de los concejales.
Sin embargo, mientras que el alcalde de Toronto, John Tory, ha dicho que usará los poderes de manera limitada y responsable, el alcalde de Ottawa, Mark Sutcliffe, ha dicho que no está interesado en usarlos.
La legislación sigue a otra ley de vivienda que enfureció a los municipios porque reduce las tarifas que pagan los desarrolladores que utilizan para construir infraestructura para nuevas viviendas y molestó a los ambientalistas que dicen que debilita el papel de las autoridades de conservación.
Además, el gobierno ha propuesto eliminar terrenos de 15 áreas diferentes del cinturón verde protegido para que se puedan construir 50,000 viviendas, mientras se agregan acres en otros lugares.