Ontario está considerando cancelar las vacaciones de marzo en un esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19 , en una medida que, según los educadores y algunos padres, podría llevar a un agotamiento masivo.
El ministro de Educación, Stephen Lecce, dijo que está esperando la opinión del director médico de salud de la provincia antes de hacer una última llamada sobre la semana libre.
"Seguiré su consejo y haré lo que sea necesario para proteger a las familias de Ontario", dijo en un comunicado. "Creo que los canadienses deberían quedarse en casa y evitar viajar dada la aparición de estas nuevas variantes".
El miércoles, Lecce anunció un plan para reabrir las escuelas que permanecen cerradas en partes del sur de Ontario durante las próximas dos semanas.
Las escuelas en Toronto, la región de Peel y la región de York reabrirán el 16 de febrero, mientras que las de otras unidades de salud pública donde las clases en persona no se han reanudado reabrirán el 8 de febrero.
Lecce dijo que basará la decisión de las vacaciones de marzo completamente en "imperativos de salud pública".
Pero los sindicatos que representan a los maestros de escuelas primarias, secundarias y católicas de la provincia dijeron que también se debe considerar la salud mental.
“Vivimos en tiempos sin precedentes que continúan creando altos niveles de estrés, miedo y ansiedad para todos”, dijo Sam Hammond, presidente de la Federación de Maestros de Primaria de Ontario. “Hemos escuchado repetidamente que los estudiantes, las familias y los educadores necesitan un descanso ahora mismo”.
Dijo que las preocupaciones relacionadas con los viajes deben tratarse de otras maneras.
Jennifer Harris Bialczyk, madre de dos hijos en Toronto, sintió lo mismo.
ARTÍCULO POR: NICOLE THOMPSON
FOTOGRAFÍA: STEVE RUSSELL
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ