Alrededor de 4,4 millones de canadienses y extranjeros han ingresado por tierra o aire desde el 23 de marzo.
Desde que Canadá impuso restricciones de viaje de COVID-19 a fines de marzo, más de cuatro millones de personas han ingresado al país.
Si bien eso es mucho menos de lo normal, los avistamientos de matrículas estadounidenses o el aterrizaje de vuelos internacionales todavía han generado preocupaciones de que los extranjeros hayan encontrado formas de colarse.
En Alberta, hogar del punto de acceso turístico, Banff, la RCMP informó que entre el 17 de junio y el 25 de agosto, los agentes recibieron 243 quejas de automóviles con placas estadounidenses en la provincia.
Se ha aplicado una pequeña cantidad de multas a los estadounidenses que eluden las reglas de viaje de Canadá. Sin embargo, la Agencia Canadiense de Servicios Fronterizos (CBSA) señala que hay muchas razones legítimas por las que los estadounidenses pueden haber ingresado al país.
"Cabe señalar que el simple hecho de ver un vehículo o barco con placa estadounidense no es motivo para sospechar que alguien realice actividades transfronterizas sospechosas", dijo el portavoz de CBSA Mark Stuart en un correo electrónico.
He aquí por qué, a pesar de las restricciones de viaje de Canadá, el país todavía está abierto a algunos visitantes:
Para ayudar a reducir la propagación de COVID-19, Canadá solo permite que los extranjeros ingresen con fines no discrecionales. Los que recibieron un pase incluyen la clasificación de estudiantes internacionales y los trabajadores que las industrias considerasen esenciales como la salud, los servicios de alimentación y transporte.
En junio, el gobierno federal relajó sus reglas para permitir que los extranjeros visiten a sus familiares directos en Canadá.
Mientras tanto, los ciudadanos canadienses, los ciudadanos con doble nacionalidad y los residentes permanentes, todavía pueden salir y volver a entrar libremente en el país. Deben aislarse por sí mismos durante 14 días a su regreso.
Según la CBSA, que rastrea los números semanalmente, poco más de 4.4 millones de canadienses y extranjeros han ingresado a Canadá por tierra o aire desde el 23 de marzo.
Los números son una gota en el océano en comparación con los viajes prepandémicos. Por ejemplo, durante la última semana de agosto, 185,866 viajeros ingresaron a Canadá por tierra, una disminución del 88 por ciento en comparación con el mismo período en 2019.
Otros 65.285 pasajeros aéreos aterrizaron en Canadá esa semana, una caída de casi el 93 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Canadá exige que todas las llegadas internacionales estén en cuarentena durante 14 días, pero al menos un puñado de personas ha sido sorprendido desafiando la orden y multado con hasta $1,000.
La semana pasada, la directora de salud pública de Canadá, la Dra. Theresa Tam, dijo que el gobierno federal está explorando si es práctico realizar pruebas de COVID-19 a las personas al ingresar a Canadá, en lugar del requisito de cuarentena.
ARTÍCULO POR: SOPHIA HARRIS
FOTOGRAFÍA: SOPHIA HARRIS
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN: ELIANA GONZÁLEZ