Un aumento en los casos de COVID-19, impulsado por la variante Ómicron altamente infecciosa del virus, ha renovado las preocupaciones entre los expertos sobre la capacidad de los hospitales y de trabajadores de la salud de Canadá para manejar otra ola de la pandemia.
Paul-Emile Cloutier, presidente de HealthCareCAN, dijo que la última ola podría empeorar la escasez de trabajadores de la salud existente.
HealthCareCAN representa a los hospitales de investigación y las autoridades sanitarias regionales.
"Si tienen que aislarse porque tienen el virus, eso reduce la cantidad de personal disponible", dijo Cloutier en una entrevista.“Los profesionales de la salud están dando lo mejor de sí una vez más, como lo hacen habitualmente, y tratan de brindar la atención que los pacientes necesitan; pero lo hacen estando agotados".
South Bruce Gray Health Center, ubicado en Walkerton, On., está reduciendo los servicios en su hospital debido a la escasez de enfermeras registradas. A los pacientes que requieren atención de emergencia se les indica que se dirijan a uno de los departamentos de emergencia vecinos 24 horas al día, 7 días a la semana, o que llamen al 9-1-1.
Además, la unidad para pacientes hospitalizados en el sitio de Chesley se convertirá en una unidad de atención de nivel alternativo de 20 camas.
Ambas medidas estarán vigentes por tiempo indefinido.
El hospital dijo que ha estado lidiando con una escasez de personal durante cinco años, que solo se ha amplificado en los últimos 20 meses como resultado de la pandemia. Agregó que se proyecta que la escasez crítica tendrá impactos significativos en el nuevo año, con una gran cantidad de turnos sin cubrir en el calendario de enero.
La variante Ómicron, altamente infecciosa del virus, ha estado generando un aumento en los casos de COVID-19 en gran parte de Canadá en las últimas semanas.
El Dr. Abdu Sharkawy, experto en enfermedades infecciosas de University Health Network en Toronto, dijo que es probable que las cifras sean más altas de las informadas hasta ahora.
Varias provincias han pedido a las personas que se hagan la prueba solo si tienen síntomas; ya que los hospitales y centros han alcanzado sus límites de evaluación COVID-19.
Si bien la variante se ha descrito hasta ahora como leve, podría resultar más difícil para los hospitales mantener las operaciones si los trabajadores de la salud están infectados y necesitan aislarse.
"Se necesita un rastreo de contactos sólido y una mayor disponibilidad de pruebas rápidas para detener el creciente recuento de casos", dijo Sharkawy. "Es imposible que estos números disminuyan durante al menos las próximas tres o cuatro semanas a menos que se tomen medidas muy drásticas".
ARTÍCULO POR: LAURA OSMAN EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ MÁS INFORMACIÓN NACIONAL