Los premiers de Canadá acordaron reducir las barreras comerciales interprovinciales con la esperanza de fortalecer la economía interna del país.
“Todos los premiers acordaron que ahora es el momento de tomar medidas significativas para liberalizar y apoyar aún más el mercado canadiense para que los bienes, servicios y trabajadores puedan circular libremente”, dice un comunicado de la Oficina del Primer Ministro (PMO).
De inmediato el gobierno también anunció que había llegado a un acuerdo con la mayoría de las provincias para permitir que el alcohol canadiense circule más libremente por todo el país, en un momento en que casi todas las provincias están retirando el licor estadounidense de sus estantes.
La medida forma parte de una serie de cambios en los que están trabajando los gobiernos federal, provincial y territorial que se anunciaron a última hora del miércoles para añadir 200.000 millones de dólares a la economía canadiense mientras se ve sacudida por los aranceles estadounidenses.
Se espera que los gobiernos provinciales sellen el acuerdo en un marco dentro de unas semanas, lo que según Anand conducirá a más ventas de alcohol canadiense poco después.
Los gobiernos federal, provincial y territorial también están trabajando para reconocer a los profesionales certificados sin importar dónde hayan obtenido sus credenciales en Canadá.
Tras una reunión con el Primer Ministro Justin Trudeau el martes, los primeros ministros ordenaron al comité de Comercio Interno, responsable de la implementación del Tratado de Libre Comercio de Canadá (TLC), que desarrolle un plan de reconocimiento de credenciales para todo Canadá antes del 1 de junio.
Además de reconocer las credenciales laborales, los primeros ministros están iniciando negociaciones para permitir que los bienes certificados en una provincia se compren o vendan en otra sin trámites burocráticos adicionales, con excepción de los alimentos.
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