El gobierno canadiense reforzará y aumentará el gasto en seguridad de la frontera en respuesta a la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a los productos procedentes de México y Canadá si no resuelven el tema del cruce de indocumentados y el tráfico de drogas a través de la frontera.
El anuncio fue hecho tras la reunión del primer ministro, Justin Trudeau, con los premiers de Canadá por el ministro de seguridad pública, Dominic LeBlanc y la viceprimera ministra Chrystia Freeland.
Sin duda las medidas se están tomando para complacer o calmar al presidente electo Donald Trump, pues los datos indican que Canadá no es ni de lejos una preocupación tan grande para Estados Unidos en esos dos temas, inmigración ilegal y drogas.
Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) muestran que la agencia confiscó solo 19,5 kg de fentanilo en la frontera norte el año pasado en comparación con 9.570 kg en la frontera suroeste.
En cuanto a los inmigrantes ilegales, existe una enorme disparidad entre Canadá y México.
Los oficiales de la CBP interceptaron a unas 198.000 personas que cruzaron ilegalmente a Estados Unidos desde Canadá durante el último año, una fracción de los 2,1 millones de "encuentros" en la frontera sur. Por lo tanto para muchos la amenaza de Trump es simplemente una táctica de negociación.
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