Tras un aparente ataque israelí con drones contra Irán, Canadá se ha unido a otros países del Grupo de los 7 (G7) en un llamamiento a la moderación para mitigar la escalada de tensiones en Oriente Medio.
En una declaración pública emitida por los ministros de Asuntos Exteriores del G7, incluida la de Canadá, y el Alto Representante de la Unión Europea, se condenan las recientes acciones de Irán como un "ataque directo y sin precedentes”.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canada, Melanie Joly, subrayó la importancia de evitar una nueva escalada en la región, insistiendo en la necesidad de que todas las partes actúen con moderación.
El G7 reiteró su inquebrantable apoyo a Israel, denunciando los ataques de Irán contra el país como inaceptables y advirtiendo del aumento de la inestabilidad regional. Además, el grupo pidió a Irán que se abstuviera de respaldar a grupos militantes como Hamás y el Hezbolá libanés.
En una postura firme contra las acciones de Irán, la declaración afirmaba la disposición de las naciones del G7 a responsabilizar al gobierno iraní de sus "acciones maliciosas y desestabilizadoras", insinuando la posibilidad de nuevas sanciones u "otras medidas" no especificadas.
Aunque la declaración no detalla la naturaleza de estas medidas adicionales, reafirmaba el compromiso del G7 de abordar la evolución de la situación en Oriente Medio con determinación y vigilancia.
La declaración, hecha pública el viernes por la mañana, destacaba el presunto asalto de Irán el 13 de abril, en el que más de 100 drones con bombas fueron interceptados, al parecer, por aliados occidentales cuando se dirigían a Israel. Antes de este incidente, un ataque aéreo en Siria, ampliamente atribuido a Israel, provocó la destrucción del consulado de Irán y se cobró la vida de 12 personas, entre ellas dos generales iraníes de alto rango.
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