Los liberales federales ordenaron una revisión de la seguridad nacional de la popular aplicación de vídeo TikTok en septiembre de 2023, pero no la hicieron pública.
"Este sigue siendo un caso en curso. No podemos hacer más comentarios debido a las disposiciones de confidencialidad de la Ley de Inversiones de Canadá", dijo un portavoz del ministro de Industria, Francois-Philippe Champagne.
"Nuestro Gobierno nunca ha dudado en (tomar) medidas, cuando ha sido necesario, si se considera que un caso en curso es perjudicial para la seguridad nacional de Canadá".
La revelación se produce después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobara el miércoles un proyecto de ley para prohibir TikTok a menos que su propietario, con sede en China, venda su participación en la empresa.
A la pregunta de si el gobierno canadiense consideraría una medida similar al proyecto de ley de EE.UU., la oficina de Champagne dijo que el gabinete liberal "emitió una orden para la revisión de la seguridad nacional de TikTok Canadá" el 6 de septiembre.
Indicó que TikTok estaría sujeta a un "mayor escrutinio" en virtud de la nueva política sobre inversiones extranjeras en el sector de los medios digitales interactivos publicada por el Gobierno a principios de este mes.
Según esta política, "agentes hostiles patrocinados o influenciados por el Estado pueden tratar de aprovechar las inversiones extranjeras en el sector de los medios digitales interactivos para propagar desinformación o manipular información de manera perjudicial para la seguridad nacional de Canadá".
Los periodistas le preguntaron hoy a Trudeau y sobre esta revisión a Tik Tok, pero su respuesta fue que no podía comentar sobre revisiones en curso que involucran la seguridad nacional, pero aseguró que están dando seguimiento al debate en Estados Unidos.
El gobierno federal prohibió TikTok en sus dispositivos móviles en febrero de 2023 después de que los comisionados de privacidad federales y provinciales iniciaran su propia investigación sobre la plataforma.
La revisión canadiense no está relacionada con la propuesta de ley estadounidense, impulsada por la preocupación de que la actual estructura de propiedad de la empresa sea una amenaza para la seguridad nacional.