Es un fin de semana de celebraciones, fuegos artificiales, perritos calientes, desfiles y fiestas, pero un año más, ha llegado teñido de sangre.
Un tiroteo en la madrugada del domingo en una fiesta en Baltimore y dos en la noche del lunes en Filadelfia (Pensilvania) y Fort Worth (Texas) han dejado en total 10 muertos y varias decenas de heridos con arma de fuego en Estados Unidos, cuando se cumple un año de otro tiroteo múltiple en las afueras de Chicago.
El fin de semana y puente de celebración del 4 de julio, día de la Independencia de Estados Unidos, llega otra vez cargado de violencia.
El tiroteo de Baltimore dejó dos muertos y 28 heridos en la noche del sábado al domingo, muchos de ellos menores. El de Filadelfia, cinco muertos y dos menores heridos. Y el de Fort Worth, en una fiesta donde había cientos de personas, deja tres muertos y ocho heridos.
Ese lunes por la noche, un hombre fuertemente armado abrió fuego en plena calle en el barrio de Kingsessing, en el suroeste de Filadelfia, matando a cinco personas y dejando a dos menores heridos, según ha informado la comisaría de policía de la ciudad Danielle Outlaw.
No se conoce relación entre las víctimas y el agresor, que aparentemente disparaba al azar. La policía ha detenido al sospechoso, de 40 años, que abrió fuego con un rifle y que llevaba un chaleco antibalas.
Todas las víctimas son varones. Los heridos por los disparos son dos menores de 2 y 13 años, que están estables según Outlaw. Pasadas las22.00 horas, la policía informó de que uno de los menores estaba siendo trasladado al Hospital Infantil de Filadelfia desde el Penn Presbyterian Medical Center, donde fueron trasladadas las otras víctimas.
La edad de tres de los fallecidos es 15, 20, 22 31 y 59 años. Inicialmente, se informó de cuatro fallecidos. La quinta víctima mortal, la de 31 años, había recibido varios disparos en su propia casa.
Commentaires