La creciente percepción en Canadá de que la inmigración es la culpable de algunos de los problemas económicos del país está alimentando una reacción xenófoba que se manifiesta en un aumento de las denuncias de delitos de odio contra minorías visibles, según afirman grupos de defensa de los inmigrantes.
Los sondeos de opinión muestran que una parte cada vez mayor de la población cree que Canadá tiene demasiados inmigrantes, y muchos les culpan del empeoramiento de la crisis inmobiliaria y del aumento del coste de la vida.
Los delitos de odio denunciados por la policía aumentaron más del doble de 2019 a 2023, según las últimas cifras de Statistics Canada, con un 44,5% de incidentes en 2023 motivados por la raza o el origen étnico. Los delitos de odio pueden incluir cualquier cosa, desde homicidios y agresiones hasta incitación pública al odio.
Peter Smith, investigador de la Red Canadiense contra el Odio, una organización de defensa, dijo que «La gente busca cambio y también alguien a quien culpar de sus problemas», afirma. «El blanco, por desgracia -y, ya se sabe, uno muy fácil- son los inmigrantes».
Canadá sumó más de 470.000 nuevos residentes permanentes en 2023, es decir, aproximadamente el 1% de su población. Pero el mayor salto en las cifras de inmigración procede de los residentes temporales, especialmente estudiantes y trabajadores, cuyas filas se han duplicado en sólo dos años, pasando de 1,4 millones en el segundo trimestre de 2022 a 2,8 millones en el segundo trimestre de 2024, según Statistics Canada.
Una encuesta de Leger realizada el mes pasado reveló que el 65% de los canadienses encuestados cree que el actual plan de inmigración del gobierno canadiense admitirá a demasiadas personas. La mayoría dijo creer que las actuales tasas de inmigración están contribuyendo a la crisis de la vivienda y a la presión sobre los servicios sanitarios, y calificó la política de inmigración de Canadá de «demasiado generosa».
Según Christian Leuprecht, politólogo de la Queen's University, en los últimos años han proliferado los mensajes racistas y xenófobos contra los inmigrantes y las minorías visibles de Canadá. Según Leuprecht, Internet acelera la difusión de estas ideas y hace que quienes las defienden se sientan parte de una comunidad.
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