
El organismo de control presupuestario de Ontario estima que la decisión del gobierno de acelerar la implementación de las ventas de alcohol en las tiendas de barrio le costará a la provincia más de 600 millones de dólares, casi tres veces más de lo que el gobierno de Doug Ford dijo que costaría.
El Director de Responsabilidad Financiera dice en su informe, publicado hoy, que la expansión de venta de cerveza, el vino y cócteles enlatados en tiendas de conveniencia, las grandes cadenas de supermercados y tiendas de comestibles costará 1.400 millones de dólares hasta 2030, de esa cantidad 612 millones de dólares se deben únicamente a la aceleración del cronograma.
El plan anterior del primer ministro Doug Ford era expandir las ventas de esas ofertas alcohólicas para 2026, pero en mayo anunció que eso sucedería en 2024.
La provincia dijo que mediante un "acuerdo de implementación temprana" Ontario le pagaría a The Beer 225 millones de dólares, para ayudarla a mantener las tiendas abiertas y a los trabajadores empleados.
Ese anuncio desató por primera vez especulaciones sobre una convocatoria de elecciones anticipadas, pues la venta de alcohol en tiendas de conveniencia había sido una de sus promesas de campaña de Ford. Durante meses el premier se negó a contestar si esta medida era parte de sus planes de convocar a elecciones en la provincia antes de la fecha prevista de Junio de 2026. Pero esas dudas quedaron despejadas la semana pasada cuando confirmó que este miércoles convocaría a elecciones.
La líder liberal Bonnie Crombie dijo que esto demuestra que Ford tiene las prioridades equivocadas.
"Qué desastroso desperdicio de dinero. Una vez más, Doug Ford ha sido atrapado con las manos en la masa", dijo en un comunicado, añadiendo que la prioridad del primer ministro era entregar el dinero de los contribuyentes a "las grandes empresas cerveceras y a sus amigos multimillonarios estadounidenses que son dueños de 7-11 y Costco, en lugar de conseguir que la gente tenga un médico de familia".
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