Hunter Biden fue acusado formalmente el jueves de cargos federales por posesión de armas de fuego, el último y más importante paso hasta ahora en una investigación de larga duración sobre el hijo del presidente.
Biden está acusado de mentir sobre su consumo de drogas cuando compró un arma de fuego en octubre de 2018, período en el que ha reconocido estuvo luchando contra la adicción al crack, según la acusación presentada en un tribunal federal de Delaware.
El hijo del presidente Joe Biden también ha sido investigado por sus negocios. El fiscal especial que supervisa el caso ha indicado que los cargos por falta de pago de impuestos a tiempo podrían presentarse en Washington o en California, donde vive.
La acusación se produce al mismo tiempo que los republicanos en el Congreso llevan a cabo una investigación de juicio político contra el presidente demócrata, en gran parte por los negocios de Hunter Biden. Los republicanos han obtenido testimonios sobre cómo Hunter Biden utilizó la "marca Biden" para conseguir trabajo en el extranjero, pero no han presentado pruebas contundentes de irregularidades por parte del presidente.
La acusación formal dice que Hunter Biden mintió en un formulario requerido para cada compra de armas cuando compró un Colt Cobra Special en una armería de Wilmington, Delaware, en octubre de 2018. Se le acusa de marcar una casilla que decía falsamente que no era usuario ni adicto a drogas y de posesión ilegal del arma como consumidor de drogas.