El 15 de febrero estalló una bomba política. A tan solo meses de haberse reelegido John Tory convocó a una rueda de prensa para informar su renuncia como alcalde de Toronto. El motivo ya era un rumor, el alcalde había sostenido una relación con una empleada de su staff.
La renuncia de John Tory provocó algo que no estaba en los planes de los habitantes de la ciudad, la convocatoria a elecciones para un nuevo alcalde. Que en este caso resultó ser alcaldesa. Olivia Chow terminó sustituyendo a Tory tras imponerse holgadamente ante los demás candidatos y tras sortear la abierta oposición del premier Ford, en las elecciones celebradas en el mes de junio.