En un sorprendente giro al estereotipo de la cortesía canadiense, un reciente estudio de Pollara Strategic Insights reveló los niveles de ira en las diferentes provincias canadienses.
El estudio tuvo en cuenta los sentimientos hacia los gobiernos, la economía y la actualidad, revelando una nación con niveles altos de frustración.
Según el nuevo Índice de Ira, Ontario se llevó el primer puesto, con un 62% de residentes que expresan su enfado o ira por diversos asuntos. Le siguen las provincias atlánticas, British Columbia y Alberta, con Manitoba y Saskatchewan por detrás. Quebec, por su parte, se registra como la provincia menos enfadada, aunque sigue afectada por el descontento nacional.
La encuesta subraya una tendencia nacional de mayor frustración, que alcanza su nivel más alto en cuanto a las preocupaciones económicas y la insatisfacción con las administraciones provinciales y federales.
A pesar de algunos sentimientos positivos hacia medidas presupuestarias concretas, sobre todo en relación con la atención a la salud mental, los programas de alimentación escolar, la vivienda y la accesibilidad de la atención sanitaria, el presupuesto federal no logra disminuir el descontento general.