Según los datos sobre la inflación publicados por Estadísticas de Canadá el costo de los comestibles aumentó un 8,5 por ciento en julio, luego de un aumento del 9,1 por ciento en junio.
“El crecimiento más lento de los precios se debió principalmente a los precios de la fruta fresca y, en menor medida, a los productos de panadería”, se lee en el informe. Pero, mientras que algunos productos bajaron de precio, otros artículos fueron más caros en julio, como la pasta, los vegetales congelados y los jugos de frutas.
Las pastas tuvieron el mayor aumento en el costo de todos los productos alimenticios monitoreados entre junio y julio.
El precio se disparó un 10,1 por ciento mes a mes, con una tasa de inflación interanual del 17,1 por ciento.
La mayor diferencia interanual para un producto en julio fueron las verduras congeladas y secas, que costaron un 18,1 % más. Estos productos también experimentaron un aumento del 5,1 por ciento en el precio desde junio.
Esto contrasta con la categoría de verduras frescas, que incluye zanahorias, pimientos, pepinos y champiñones. Estos artículos experimentaron un aumento menor del 3,5 por ciento en el precio. Año tras año, la tasa de inflación se mantuvo alta, en 14,2 por ciento.
El jugo de fruta subió un 5 por ciento en precio entre junio y julio. Año tras año, la tasa de inflación llegó al 15,9 por ciento. Esto quiere decir que hoy los jugos cuestan casi 16 % más que el año pasado.
Los tomates vieron un aumento del 5,4 por ciento en el precio entre junio y julio. Esto resultó en una tasa de inflación general del 14,1 por ciento año tras año.
El precio del pollo fresco y congelado aumentó un 3,6 % entre junio y julio, según muestran los datos. Año tras año, los compradores pagaron un 14,3 por ciento más.
Mientras otros productos como la lechuga y las frutas frescas han bajado de precio.