Cuatro niños y dos adultos, todos miembros de una familia de recién llegados, fueron asesinados en una vivienda del suburbio de Barrhaven, en Ottawa.
Las víctimas mortales eran todos de Sri Lanka y son: la madre de 35 años y sus cuatro hijos, tres niños de 7, 4 y 2 años y un bebé de 2 meses. También un conocido de la familia de 40 años, que vivía en la casa. El padre de los niños resultó herido, pero se encuentra estable.
La policía de Ottawa informé que respondieron a múltiples llamadas de personas que informaban que un hombre estaba gritando en la calle pidiendo que llamaran al 911. Era el padre de los niños.
El sospechoso de la masacre es un estudiante internacional de 19 años de edad proveniente de Sri Lanka, quien utilizó un arma blanca. La policía lo detuvo y ha levantado contra él 6 cargos por homicidio.
Ahora la policía está investigando las circunstancias en las que ocurrieron los hechos.
El jefe de policía de Ottawa afirmó que no existe una amenaza para la seguridad pública, sin embargo, la comunidad permanece en shock, mientras que el alcalde expresó su devastación calificando el incidente como uno de los más terribles en la historia de la ciudad.
A medida que las autoridades continúan con sus esfuerzos para descubrir la verdad detrás de este acto, la comunidad permanece unida en solidaridad, lamentando la pérdida de vidas inocentes.