Al acercarse el primer aniversario del Freedom Convoy el primer ministro, Justin Trudeau, criticó el apoyo que el líder conservador, Pierre Poilievre le dio al movimiento.
Los periodistas le preguntaron al primer ministro si el movimiento del Freedom Convoy estaba ganando fuerzas en Canadá, lo que Trudeau aprovechó para fustigar a Poilievre.
¿Cree usted que el movimiento ha crecido, cree que ha disminuido, ¿cuál es su reflexión un año después?
Creo que esa es una pregunta que deberían hacérsela al señor Poilievre, el está más cercano al convoy. Mi enfoque va dirigido a crear buenos empleos y oportunidades para los canadienses. Sabemos que la gente está preocupada e incluso frustrada por como se está desarrollando el mundo a su alrededor y como político tienes dos opciones. Puedes elegir amplificar esos miedos, esa incertidumbre que la gente legítimamente siente, porque el mundo está cambiando de manera impredecible, y hacer que se enojen, todavía más, sin ofrecerles soluciones reales o puedes ajustarte el cinturón y trabajar por resultados que hagan que la gente recupere la confianza en su futuro, el de sus hijos y su comunidad, en sus trabajos. Este es el tipo de decisiones que debes hacer como un líder, pero francamente, cuando la mejor solución del señor Poilievre a la inflación es decirle a la gente que compre criptomonedas, eso no es liderazgo responsable. Siempre habrá políticos ahí fuera que traten de explotar el enojo y las preocupaciones legítimas de la gente, pero así no se construye nada, cruzarte de brazos y simplemente decir que Canadá está quebrada no es la manera de construir un mejor futuro para los canadienses.
Esa última alusión fue al discurso de fin de año de Poilievre ante el partido conservador donde utilizó la frase de que Canadá estaba quebrada.
Se recuerda que Pierre Poilievre expresó su apoyo público al movimiento del freedom convoy que ocupó la capital a finales de enero y principios de febrero del año pasado. La última vez que se refirió al tema fue después de la investigación sobre el uso del Estado de Emergencia, donde se escucharon los testimonios tanto de los organizadores del convoy, como de las autoridades y residentes de Ottawa, el líder conservador aseguró que su apoyo a la libre elección de no vacunarse de los camioneros continuaba, mientras consideraba que debía establecerse responsabilidades individuales para los que quebrantaron la ley.