En una entrevista de fin de año con The Canadian Press, Trudeau dijo que no está dispuesto a seguir adelante con la reforma de la atención médica, incluso cuando los premiers provinciales claman por más fondos federales para reforzar sus sistemas de salud en crisis.
“No sería lo correcto simplemente arrojar más dinero y sentarse y ver cómo no se soluciona el problema, ¿Por qué no usamos este momento para decir: 'No, no, no, es hora de mejorar el sistema?'”, dijo Trudeau.
El estancamiento se produce mientras los hospitales infantiles de todo el país están inundados de niños que padecen enfermedades respiratorias. En algunos casos, los hospitales se han visto abrumados por la calamitosa combinación de números récord de pacientes enfermos y un número críticamente bajo de personal para tratarlos.
El problema se remonta a hace más de un año, cuando las provincias exigieron por primera vez una reunión con el primer ministro para hablar sobre aumentos de fondos sostenibles y a largo plazo después de que la tensión pandémica los dejara con grandes retrasos y una fuerza laboral agotada.
Quieren que Ottawa cubra el 35% de los costos de atención médica en todo el país, frente al 22% actual, aumentando la Transferencia de Salud de Canadá.
Trudeau les dijo que esas discusiones deberían esperar hasta después de la pandemia, pero dedicó $2 mil millones en fondos únicos para sacarlas del apuro durante la ola de Omicron.
Ahora, el primer ministro dice que el sistema necesita una reforma y que no entregará el dinero a menos que las provincias se comprometan a cambiar.