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Las escuelas de Ontario enfrentan mayores desafíos de personal

Las juntas escolares de Ontario afirman que todavía tienen dificultades para encontrar maestros sustitutos para el personal que está enfermo o tiene que aislarse debido a la última ola de la pandemia del COVID-19.


Las escuelas de Ontario enfrentan mayores desafíos de personal.
Las escuelas de Ontario enfrentan mayores desafíos de personal.

La Junta Escolar del Distrito de Toronto informó que sus "tasas de cumplimiento", también conocidas como la cantidad de solicitudes de ausencia que se completan, fueron del 67,5 por ciento para la semana del 31 de enero al 4 de febrero, frente al 92,4 por ciento en noviembre para las escuelas primarias.


Las tasas de educación secundaria cayeron un tres por ciento durante el mismo tiempo, del 88,7 por ciento al 85,4 por ciento.


El portavoz de TDSB, Ryan Bird, dijo que en algunos casos, cuando un maestro está ausente y un maestro sustituto no está disponible, buscan redistribuir a otro personal dentro de la escuela para cubrir la clase o traer maestros y administradores centrales para ayudar a apoyar a las escuelas.


“En casos excepcionales, usamos reemplazos de emergencia, que son personas que no son docentes; pero que han sido entrevistadas, investigadas y verificadas por referencias policiales para cubrir y garantizar esa supervisión, aunque normalmente es el último recurso”, agregó Bird.

Bird dijo que están esperando las tasas de asistencia comiencen a aumentar a media que los casos de COVID-19 disminuyan.


“Creemos que los maestros sustitutos no están aceptando todos los trabajos disponibles, tal vez porque puede que se vean afectados por los aislamientos del COVID-19 o los casos mismos, o pueden estar un poco aprensivos dada la situación actual”, dijo Bird. “Entonces, tenemos la esperanza de que a medida que los números continúen en la dirección correcta con respecto al COVID-19, nuestras tasas de asistencia también seguirán aumentando”.

La Junta Escolar del Distrito Católico de Toronto dijo que, si bien no han visto una diferencia significativa en las ausencias diarias del personal escolar en comparación con los niveles previos a la pandemia, están experimentando desafíos para llenar estas ausencias.


Para la semana del 31 de enero al 4 de febrero, las escuelas primarias y secundarias estaban lidiando con una tasa promedio de ausencia de maestros de aproximadamente el 11 por ciento y de esas vacantes, la tasa promedio de asistencias para cubrir las labores de los docentes fue de aproximadamente el 60 por ciento.


Una declaración del portavoz de TCDSB dijo que el personal está siendo redistribuido en las escuelas para apoyar donde se necesitan y para "garantizar una supervisión segura de los estudiantes".


Tanto la Federación de Maestros de Primaria de Ontario (ETFO) como la Federación de Maestros de Escuelas Secundarias de Ontario (OSSTF) dicen que el problema es que los maestros sustitutos no creen que las escuelas sean seguras y sin días de enfermedad pagados, no creen que valga la pena el riesgo. Dicen que es un problema con el que esta lidiando toda la provincia.


La directora ejecutiva de OSSTF, Karen Littlewood, dijo que las ausencias de estos maestros no son algo "malicioso o habitual".


“Se trata de personas que se ausentan porque están enfermas. A menudo están de baja por salud mental, tienen COVID-19 o presentan cualquier otro problema de salud”, dijo Littlewood.

Ella dijo que también ha visto un número de personas que básicamente han retirado sus nombres de la "lista de sustitutos" por seguridad. Littlewood agregó que las preocupaciones son numerosas; pero que la falta de máscaras N95 ha sido clave.


“Se suponía que tendríamos mascarillas disponibles para todo el personal dentro del sistema escolar y actualmente se han agotado. En ciertas áreas, la gente ya no tiene acceso a ellas, a pesar de que se trata del método de protección personal más básico en estas circunstancias”, dijo Littlewood.

La presidenta de ETFO, Karen Brown, también dijo que el tamaño de las clases y el distanciamiento social siguen siendo una preocupación para algunos de sus maestros.


“Los que son socios docentes ocasionales no tienen prestaciones y no tienen días de enfermedad pagados. Así que están sopesando esas probabilidades, realmente mirándolo y diciendo: '¿Vale la pena poner en riesgo a mi familia y poner en juego mi salud sabiendo que esas circunstancias especiales todavía existen?'”

Los sindicatos de docentes están preocupados de que a los estudiantes no se les esté enseñando en realidad, sino que simplemente estén siendo supervisados.


“Creo que muchos padres pensaron que volver al aprendizaje en persona sería consistente y estable; pero tenemos gente no calificada entrando y saliendo, personas que no están capacitados para impartir el plan de estudios”, agregó Brown. “Están realmente allí [solo] supervisando. Entonces, sigue habiendo mucho aprendizaje interrumpido”.

El ministro de Educación, Stephen Lecce, dijo que la provincia se ha preparado para altas tasas de ausentismo y mencionó que su gobierno “puso en marcha un plan para mantener las escuelas abiertas y estables, incluido el aumento del grupo de talentos que pueden ocupar en estos días”.


“Anunciamos una expansión de fondos de $304 millones para contratar más personal [y]… hemos duplicado el número de días que los educadores jubilados pueden trabajar”, dijo Lecce.

El Ministerio de Educación agregó que se ha ordenado a las juntas escolares que agoten todos los esfuerzos para cubrir las vacantes de personal antes de los cierres operativos y eso podría incluir la contratación de candidatos a maestros con certificados de enseñanza temporales.


Sin embargo, los sindicatos piden planes y soluciones a largo plazo que hagan que los maestros sustitutos se sientan lo suficientemente seguros como para regresar.


“Es necesario que haya un plan a largo plazo y una solución a largo plazo para mejorar el sistema en el que nuestros miembros docentes ocasionales se sientan seguros de asumir estos trabajos”, explicó Brown. “Necesitamos una estrategia a largo plazo para ayudar a reducir esa pérdida de aprendizaje y proporcionar entornos en los que las personas quieran ser bienvenidas y preparadas para entrar y enseñar o apoyar como educadores”.


ARTÍCULO POR: FAIZA AMIN Y MEREDITH BOND

EDICIÓN Y TRADUCCIÓN POR: ELIANA GONZÁLEZ


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