Muchas personas están evitando los sistemas de transporte subterráneos, temerosos de chocar con extraños en vagones abarrotados. Las mascarillas y el distanciamiento social son esenciales, pero un buen flujo de aire también es clave para reducir el riesgo de exposición al coronavirus.
El sistema de ventilación del metro mueve el aire dentro de los vagones de tren de manera más eficiente que los restaurantes, las escuelas y otros entornos interiores, según los expertos en aerosoles. Pero no es garantía de protección contra el virus.
Así es como funciona el sistema
En un momento dado, el 75 por ciento del aire que se respira en un vagón de metro se recicla. El resto se tira desde el exterior. El aire se aspira constantemente a través de las rejillas de ventilación, se enfría y se filtra antes de ser empujado hacia atrás por los conductos. Al mismo tiempo, el aire exterior ingresa al sistema, se combina con la mezcla existente y se libera en el automóvil a través de los paneles de conductos , que se extienden por el techo.
Así es como el aire se mueve a través de un vagón de metro típico. El flujo de aire continuo a través de estos respiraderos ayuda a limitar la acumulación de partículas virales dentro de un automóvil e infectar a las personas al inhalar.
La mayoría de los automóviles tienen dos unidades de ventilación en cada extremo, que ayudan a reemplazar completamente el aire del automóvil con aire exterior aproximadamente cada tres minutos y 20 segundos en promedio. Dentro de las unidades, los ventiladores extraen el aire a través de filtros y serpentines de enfriamiento. Los filtrosfuncionan para bloquear aerosoles grandes y pequeños antes de que el aire entre en los conductos . Pero los filtros no atrapan todo, y algunas partículas virales podrían deslizarse y dispersarse en los trenes.
Aquí hay dos escenarios de flujo de aire en los que un ciclista estornuda: uno con una máscara y el otro sin ella.
En la simulación de la máscara, algunas gotas más grandes escapan de los lados de la máscara y caen al suelo, mientras que diminutos aerosoles flotan en el aire. Luego, el sistema de ventilación empuja esas partículas hacia una ventilación en el techo del automóvil y las empuja a través de los filtros.
En la simulación sin máscara, muchas más gotas cubren el piso alrededor del ciclista y los aerosoles se dispersan en el aire y finalmente se mueven a través del sistema de ventilación.
ARTÍCULO POR: MIKA GRÖNDAHL, CHRISTINA GOLDBAUM Y JEREMY WHITE
EDICIÓN Y TRADUCCIÓN: ELIANA GONZÁLEZ