El primer ministro Justin Trudeau quiere que las naciones europeas se unan a Canadá para sancionar a las élites de Haití por supuestos vínculos con las pandillas violentas que paralizan ese país.
También dice que Canadá debe evitar algunos de sus errores pasados al responder a una solicitud del impopular gobierno de Haití para una intervención militar extranjera.
“Tenemos una larga historia en Haití y aún nos encontramos, 30 años después, en una crisis tan grave, si no peor, que las demás”, dijo Trudeau en francés el lunes durante una entrevista de fin de año con The Canadian Press.
"Estamos guiando a Estados Unidos, y tal vez incluso a Europa, para que también impongan sus propias sanciones".
Trudeau dijo que Canadá no ha cerrado la puerta a ser parte de una intervención militar, ni siquiera a liderar una. Pero dijo que Ottawa ha sancionado a una docena de políticos y líderes empresariales haitianos de alto rango en un intento por lograr un cambio duradero.
"No hemos quitado nada de la mesa, pero con 30 años de experiencia en Haití, sabemos muy bien que existen enormes desafíos cuando se trata de cualquier intervención", dijo en francés.
"Está claro que nuestro enfoque debe cambiar esta vez, y por eso (existen) las sanciones que hemos impuesto".