El primer ministro, Justin Trudeau, reveló esta mañana que Canadá participó de la planificación de los ataques dirigidos de Estados Unidos y Reino Unido en Yemén a enclaves de los rebeldes Hutíes que ha estado atacando barcos comerciales en el Mar Rojo.
Sin embargo, aseguró que los militares canadienses no participaron de la operación de los bombardeos.
El bombardeo -lanzado en respuesta a una reciente campaña de ataques con drones y misiles contra buques comerciales en el vital Mar Rojo- mató al menos a cinco personas e hirió a seis, dijeron los houthis. Según Estados Unidos, los ataques se dirigieron contra más de 60 objetivos en 16 lugares diferentes de las zonas de Yemen controladas por los Houthi.
Mientras los bombardeos iluminaban el cielo antes del amanecer sobre múltiples emplazamientos en poder de los rebeldes respaldados por Irán, obligaron al mundo a centrarse de nuevo en la guerra de Yemen, que dura ya un año y comenzó cuando los Houthis tomaron la capital del país.
Desde noviembre, los rebeldes han atacado repetidamente buques en el Mar Rojo, alegando que se vengaban de la ofensiva israelí contra Hamás en Gaza. Pero con frecuencia han atacado buques con vínculos tenues o no claros con Israel, poniendo en peligro la navegación en una ruta clave para el comercio mundial y los envíos de energía.
Aunque el gobierno de Biden y sus aliados llevan semanas intentando calmar las tensiones en Oriente Próximo y evitar un conflicto mayor, los ataques amenazan con desencadenarlo.
El líder de la oposición, Pierre Poilievre, coincidió hoy con el primer ministro, Justin Trudeau, al asegurar que respalda el apoyo logístico que brindó Canadá para los ataques en Yemén