La frontera entre Estados Unidos y México vivió la décima edición de la campaña “Abrazos, no muros”, en la que familias separadas por su estatus migratorio se reúnen durante unos minutos.
La campaña "Abrazos, no muros" es una iniciativa que promueve la inclusión y la solidaridad en un mundo cada vez más dividido. La campaña fue lanzada en respuesta a la creciente retórica negativa y divisiva sobre la inmigración en algunos países del mundo. Su objetivo es fomentar una cultura de compasión y empatía hacia los migrantes, refugiados y todas las personas que enfrentan discriminación debido a su origen o estatus migratorio.
La campaña está dirigida por una coalición de organizaciones sin fines de lucro, grupos de defensa de derechos humanos y activistas de todo el mundo. La iniciativa cuenta con el apoyo de celebridades y líderes mundiales, que se han unido a la causa para mostrar su solidaridad con los migrantes y refugiados.
El eslogan "Abrazos, no muros" refleja la idea de que abrazar la diversidad y la inclusión es una forma mucho más efectiva de construir comunidades fuertes y prósperas que la construcción de barreras y muros. La campaña utiliza el poder de las redes sociales y otras plataformas digitales para llegar a audiencias globales y difundir su mensaje.
La campaña "Abrazos, no muros" ha ganado apoyo y reconocimiento en todo el mundo por su mensaje positivo y su enfoque en la construcción de puentes en lugar de divisiones. A través de sus esfuerzos, la campaña ha logrado cambiar la conversación sobre la inmigración y promover la idea de que todos somos iguales, independientemente de nuestra nacionalidad o estatus migratorio.