Economistas esperan que el Banco de Canadá vuelva a subir las tasas de interés esta semana, ya que la economía no se ha debilitado lo suficiente como para que el banco central retroceda.
El anuncio de la tasa de interés está programado para el miércoles, un mes después de que el banco central aumentara su tasa clave en un cuarto de punto porcentual, llevándola al 4,75%.
La economista en jefe de Deloitte, Dawn Desjardins, dijo que ha habido algunas señales recientes de que la economía está dando un giro, y el último informe laboral de junio muestra que la tasa de desempleo aumenta y el crecimiento de los salarios se está desacelerando.
Pero el panorama general sugiere que la inflación sigue estancada. “Creo que estamos viendo cambios en las cosas. ¿Están cambiando lo suficientemente rápido para el Banco de Canadá? Quizás no”, dijo Desjardins.
Por su lado el director de economía canadiense de Desjardins sugiere que el mercado laboral aún está ajustado.
“Todavía estamos viendo mucha fortaleza subyacente en el mercado laboral canadiense, y mucho más de lo que cabría esperar con la tasa de interés a un día acercándose al 5%”, dijo Randall Bartlett.
El Banco de Canadá y los economistas del sector privado dicen que el desafío que se avecina será lograr que la inflación vuelva al objetivo del 2%. Los economistas anticipaban ampliamente que se produciría una recesión a fines de 2022. En cambio, la economía ha seguido expandiéndose.
Es por eso que Bartlett dijo que la decisión del Banco de Canadá de permanecer agresivo está justificada.
“Creo que el banco realmente está sentando las bases para comenzar a llevar la inflación de manera sostenible al 2%”, dijo.
Bartlett dijo que la estimación de su empresa para el segundo trimestre muestra un crecimiento al doble del ritmo que pronosticó el Banco de Canadá en abril.
Es por eso que el economista espera que el banco central no solo aumente las tasas, sino que también indique que pueden ocurrir aún más aumentos de tasas si la economía no se desacelera lo suficiente.
El Banco de Canadá se ha mantenido en silencio sobre lo que planea hacer en julio, ofreciendo poca orientación a los mercados financieros. En cambio, ha dicho que el consejo de gobierno tomaría su decisión en función de los datos económicos entrantes.