El gobierno federal sometió una legislación para retrasar hasta el 2027 la expansión de la muerte asistida, o eutanasia, para los casos donde la única condición médica sea una enfermedad mental.
Tanto el ministro de salud, Mark Holland, como el ministro de justicia, Arif Virani, justificaron el retraso de la entrada en vigor de la muerte asistida para este grupo de personas alegando que las provincias y sus sistemas de salud, no están preparados:
Esta es la segunda vez que el gobierno intenta retrasar la expansión de la asistencia médica para morir (MAID) desde que el Tribunal Superior de Quebec anuló la legislación original del gobierno de 2016 porque se limitaba a aquellos cuyas muertes eran "razonablemente previsibles".
La nueva legislación aprobada en 2021 retrasó dos años la extensión del MAID para incluir a quienes padecen enfermedades mentales. Posteriormente, ese plazo se retrasó hasta el 17 de marzo de este año.
El otoño pasado, el gobierno federal encargó a un comité especial, compuesto por 15 parlamentarios y senadores, la tarea de determinar si el sistema de atención médica está preparado para la expansión.
Después de escuchar a decenas de testigos, el comité publicó un informe el lunes en el que concluye que Canadá no está preparado.
Retrasar tres años la entrada en vigencia de la ley haría recaer la aplicación de la misma en el próximo gobierno, por lo que sin duda podría convertirse en un tema de campaña.
Los conservadores federales se oponen a que la muerte asistida se pueda aplicar en aquellos cuya única condición de salud subyacente es una enfermedad mental.